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Miki sube por 1.ª vez al escenario de Eurovision





A 8 días de la Gran Final de la 64.ª edición del Festival de Eurovision, Miki, el representante español, se ha subido por primera vez al escenario del Pabellón 2 del Centro de Convenciones de Tel Aviv, lugar donde tendrá lugar el evento este año gracias a la victoria de la israelí Netta en 2018. De esta manera, hemos podido conocer qué ha estado preparando el cantante junto a su equipo durante estos últimos meses de trabajo, pues TVE ha grabado el ensayo de manera íntegra.

Tras visualizarlo varias veces para poder sacar conclusiones claras, lo primero que tenemos que señalar es que los deberes están hechos, y no es poco teniendo en cuenta los antecedentes de España en Eurovision. Y es que no se puede negar que hay un concepto claro y estudiado detrás de la escenografía, pues Fokas Evangelinos, director artístico de la candidatura, no ha querido dejar nada al azar, y cada movimiento, imágenes de fondo y tiro de cámara están perfectamente estudiados.
El propio Miki se ha encargado de explicar, en la rueda de prensa posterior al ensayo, cuál es el mensaje que quiere transmitir con la puesta en escena. Al principio se encuentra, junto al elenco de bailarines, dentro de una estructura que simula las diferentes habitaciones de una casa, y se pasea por ella interactuando con cada uno de sus compañeros. "Empieza en ese escenario porque es la mejor manera de reflejar la rutina", afirmaba el artista.

Al llegar el primer estribillo, todos bailan, tratando de situarse fuera de esa rutina pero, siempre que la gente trata de salir de su zona de confort, hay un elemento externo opresor, en este caso la sociedad que está simbolizada por el robot gigante que "agita" los cimientos de esa casa. "Solo con un pequeño movimiento, podemos cambiarlo todo", declaraba Miki, y es justo entonces cuando todos dan un salto hacia delante y dejan atrás la casa que hacía que estuvieran reprimidos, para continuar bailando el segundo estribillo.

Tras esto, llega el puente y su pegadizo "lo que ere", donde podemos ver diferentes huellas dactilares de colores en la pantalla LED que se sitúa tras el elenco, que hacen referencia a la idea de que todos somos únicos. Este fragmento está acompañado por uno de los momentos "captavotos" de la actuación: Miki porta en una de sus manos una Kiss Cam que apunta a la audiencia (suponemos que todos estarán saltando y bailando el día de la final), y lo que él graba se proyecta en la pantalla para "que el público sea parte de la fiesta".


El último estribillo lo canta a medio camino entre el escenario principal y la pasarela que hay en la zona delantera, donde podemos ver a un Miki más suelto y menos coreografiado que en el resto de la actuación, y termina acompañado de sus bailarines que alargan la fiesta hasta el último acorde de la canción.

En líneas generales, tenemos una escenografía que, si bien no era lo que muchos esperábamos para un tema como este, está trabajada y bien pensada para llamar la atención del espectador, algo completamente imprescindible en un certamen como Eurovision. Aún no hemos podido saber si la realización es acertada y si se consigue transmitir el concepto de manera correcta por televisión, pero el escenógrafo ha afirmado que han acabado contentos tras el ensayo y que harán algunas modificaciones de cara al próximo, que tendrá lugar el domingo a las 9:50 horas.

"La Venda" ha caído dos posiciones en las apuestas de pago tras su primera toma de contacto con el escenario (del 13 al 15), y muchos medios allí acreditados afirman que hay demasiados elementos en escena para una canción como esta. Sin embargo, es necesario dejar claro que poco queda de la candidatura que teníamos en enero. Ahora es una canción menos verbena y más pop, menos fiestera y más futbolera, menos genuina y algo más prefabricada. Y eso ya no se puede cambiar.

El trabajo de Miki ha sido realmente impecable, ha mostrado su ilusión por Eurovision desde que fue elegido hasta el día de hoy, ha sonreído en cada entrevista a pesar de dormir poco y estar muy cansado después de tantas jornadas de ensayo, y eso merece nuestro apoyo incondicional. No sabemos qué pasará el día 18 de mayo en la Final de Eurovision, pero no nos importa porque Miki ya forma parte de la historia del Festival, y se lo ha ganado a pulso.
Publicado el 10 de mayo de 2019
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